Para todas las personas que amamos viajar y que incluso se trata de una necesidad vital, no hay mejor trabajo que Ringana. Parte de la magia que tiene el hacer un socio o socia nuevo consiste en no saber hasta donde te va a llevar esa historia, hacia donde va a crecer el equipo de esta persona y si este equipo tirará de ti para que les visites y acompañes como ocurre con el equipo de Mallorca en mi caso.
Un desayuno con vistas
En su momento fue Anabel que a su vez hizo socia a Virginia. Virginia se fue a vivir a Mallorca y ahí empezó todo. Sobretodo empezó cuando Isabel, socia de Virginia, decidió empezar el camino con Ringana.
Hasta ahora he ido dos veces. Esta última ha servido para organizar un evento en un hotel, una reunión de equipo y alguna que otra entrevista de la que ha salido una nueva socia que pasa a engordar un poco más el número de ringaneras de la isla.
Hacer un evento en un hotel requiere una serie de acciones antes, durante y después del mismo. Y todas son de tremenda importancia para conseguir que el evento sea un éxito. Este mes le dedicaré un post en especial y por lo tanto ahora me centraré en el resto de mi visita que incluyó como he dicho antes, una reunión de equipo en la que básicamente analizamos los puntos fuertes y flojos de la Presentación del Hotel Continental aparte de otros temas.
Las reuniones de equipo son importantísimas si se utilizan correctamente, es decir, si el equipo realmente se enfoca en la reunión y en sacar el máximo partido. Si el talante es constructivo aunque se toquen puntos delicados, que se deben tocar sin lugar a dudas, finalmente el resultado es que el equipo se refuerza ya que se liman aristas y se aclaran posturas, se reconoce lo que puede mejorar y se proyecta un futuro mejor.
También fueron importantes las entrevistas que se hicieron porque pude enseñar al equipo mi manera a la hora de hablar con un posible socio. Finalmente cada uno acabará teniendo su estilo pero en el caso de las entrevistas, la práctica es importantante y de alguien más experimentado se aprende siempre así que me quedó la sensación de haberles sido de ayuda.
La verdad es que en Mallorca además que un equipo siento que tengo amigas, personas a las que aprecio y con las que comparto sentimientos de respeto y cariño.
Grabada en el recuerdo queda la maravillosa mañana que pasé en un local llamado Varadero con increíbles vistas al mar y a la Catedral de Mallorca. Allí, mientras desayunaba tranquilamente me iba preparando la ponencia del evento del Hotel Continental que sería esa misma tarde, ajena en ese momento a que ese sería el último día de calor antes del que el otoño hiciera su precipitada y a la vez tardía aparición. En esos momentos sentí una gran gratitud por trabajar con Ringana y por permitirme disfrutar del sol, el aire puro y la tranquilidad sintiendo que más que un viaje de trabajo se trataba de un paseo por Mallorca.
