En un mundo donde la sostenibilidad ha pasado a un plano prioritario, ser testigo de la ingente cantidad de basura que generamos produce un tremendo desasosiego. Este pesar es mayor cuando en una excursión a la naturaleza la basura y los desechos humanos parecen integrar el paisaje y hacernos creer que están ahí desde que el mundo es mundo. Sin embargo no es así, casi todo con lo que nos encontramos hace relativamente poco que se fabricó y ahora permanecerán para vergüenza de esta generación durante años, décadas, incluso siglos, a la vista de cada vez más ojos entristecidos que como los míos pretenden evitar que nos acostumbremos a ver tantos objetos extraños queriendo hacerse pasar por habituales de la naturaleza cuando nada tienen que ver.
¡Qué alegría supone trabajar para un empresa como RINGANA, donde actuar con responsabilidad y de forma sostenible es lo más natural! Quizás muchos de vosotros no sabéis que la filosofía de Ringana de respeto con el medio ambiente es única en el mundo. Ringana ayuda a proteger el medio ambiente, por ejemplo, con su sistema único de devolución de envases de vidrio, del que también se benefician los clientes: Por cada 10 frascos de vidrio vacíos devueltos, el cliente recibirá como obsequio un producto de cuidado Ringana de su elección.
Ringana desea ayudar a reducir los residuos, por lo que apuesta exclusivamente por materiales de embalaje ecológicos e inocuos. El sistema de envase sostenible contribuye a este cometido. Pero sobre todos esos detalles iremos hablando más ampliamente. En esta ocasión solo quería referirme a que se va haciendo necesaria la existencia de empresas comprometidas con el planeta, empresas cuyos directivos y trabajadores coincidan en que lo único que debe quedar cuando visitamos un hermoso paraje natural sean las huellas de nuestras pisadas.